domingo, 15 de febrero de 2009

¿Qué es el amor?

Cierta vez me preguntaron: ¿qué es el amor?

No lo sé… sólo sé lo que no es.

Dicen que el amor es ciego, ¿será por eso que hace ya mil noches que no puedo verte?

Dicen que el amor no piensa, ¿pero si yo enamorado no hago otra cosa que pensar en ti?

Dicen que el amor es de tontos, ¿seríamos nosotros tonterías?

Dicen que el amor no dura, ¿acaso para los amantes existe el tiempo?

Dicen que el amor no basta; estás con ella y ella, contigo, ¿qué más hace falta?

Otra vez caigo en la divina duda… ¿qué es el amor?

El amor es el peor pecado… pues no hay sacerdote que lo confiese ni santo que se arrepienta.

¿Qué habría que confesar, si se confiesan sólo las miserias y no las grandezas?

¿De qué habría que arrepentirse? ¿De los tantos besos, caricias y miradas de fuego que caían en cada encuentro? ¿De tanta dicha compartida y de tantos sueños realizados?

¿Cuál sería la penitencia? ¿Rezarle a Dios pidiéndole que no nos deje volver a amar jamás? ¿Pedirle al Amor que no nos deje conocerlo?

Y sino fuera pecado… ¿Por qué se siente tan mal?... ¿Por qué lastima tanto y el dolor no parece tener fin?... ¿Por qué entonces sufre tanto el alma?

En efecto, no es lo mismo sufrir por algo que nos lastima a sufrir por el vacío; no duele igual el golpe que el desdén.

Señor, si no entendemos el amor ni somos capaces de alcanzarlo, ¿por qué estas infinitas ganas de encontrarlo? ¿Realmente nos lo merecemos?

El amor como divino pecado recorre las líneas de nuestra existencia, ciertamente está aquí ¿qué insensato se atrevería a negarlo? Pero también es milagro. Milagro de todo aquél que apuesta todo por lograrlo y no teme perder su propia vida en el camino.